El Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza quiere racionalizar el uso masivo del coche en la capital aragonesa y su entorno. Para desincentivarlo, propone como una de sus medidas estrella para los próximos seis años la generalización de la zona azul hasta los barrios y, al mismo tiempo, la creación de una red de aparcamientos disuasorios en los principales accesos a la ciudad. De este modo, buena parte de los casi 316.000 desplazamientos entre la capital y su entorno se harían total o parcialmente en alguno de los modos de transporte público existentes.
Ambas actuaciones forman parte de las directrices metropolitanas de movilidad, un ambicioso plan que recoge todo tipo de acciones para lograr un verdadero sistema de transporte público de alcance «metropolitano, multimodal e integrado». El documento, de más de dos 200 folios, será presentado y debatido esta semana a los 30 alcaldes que forman parte del consorcio, aunque no será hasta finales de diciembre cuando la asamblea apruebe inicialmente la propuesta. En dicho órgano también participa el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial.
Fuentes oficiales del consorcio señalan que será el Ayuntamiento de Zaragoza el que fije el alcance de los aparcamientos de disuasión en su plan de movilidad que acaba de adjudicar. De antemano, la entidad supramunicipal plantea su generalización en la denominada «almendra» de la capital (centro y casco histórico) y su «posible extensión» a los barrios.
Además, incide en la necesidad de revisar la actual estructura tarifaria,»introduciendo factores de variabilidad en las tarifas en función de las zonas o el tipo de vehículo». 

 

El consorcio subraya que Zaragoza que es una de las ciudades españolas con tarifas de la zona azul más reducidas, hasta el punto de ser la más barata de las seis más pobladas, por lo que «ejercen un menor efecto disuasorio que en otras ciudades de tamaño equiparable». 

El objetivo, aclaran, no es recaudatorio, porque se busca promover el transporte público, fomentar los aparcamientos de disuasión e incentivar la renovación del parque móvil. De ahí la propuesta de introducir tarifas muy variables que, por ejemplo, permitan primar a los vehículos eléctricos. Las citadas fuentes del Consorcio de Transporte explican que el aparcamiento regulado se ideó en su día para ayudar a gestionar el tráfico e incentivar la rotación en las plazas existentes en la calle. Ahora, añaden, se pretende dar un paso más. Como ejemplo ponen a Vitoria, que hace una década regularizó el aparcamiento, aplicando una tarifa progresiva en función de la ubicación y el tiempo de estacionamiento, «con un régimen diferenciado para los residentes».

La medida no solo se aplicaría en Zaragoza, sino en otros municipios de su entorno en los que también se registran problemas e tráfico. Este es el caso de Zuera o Fuentes de Ebro, donde también se propone la implantación del aparcamiento regulado para que el vehículo conviva con el peatón en calles con escasa capacidad y que tienen, además, aceras estrechas. En este sentido, el Consorcio también quiere recuperar el espacio público.

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