Recupera el proyecto para invertir 400.000 € en habilitar el espacio bajo el ‘scalextric’ viario frente a la terminal

A cambio, pide al Ayuntamiento centralizar en Delicias la salida de los viajes discrecionales de largo recorrido

La estación central de autobuses de Zaragoza, gestionada por los empresarios del sector y participada por la DGA, ha recuperado su proyecto para acondicionar un gran aparcamiento bajo el ‘scalextric’ viario situado frente a la terminal de Delicias, que permitiría sacar los autocares que estacionan en el casco urbano incumpliendo la ordenanza municipal. La propuesta de la concesionaria de la estación cuenta con informes favorables de los servicios municipales de Movilidad y de Urbanismo, pero está pendiente del visto bueno político que se le resiste desde hace año y medio. Desde el Ayuntamiento aseguraron ayer a este diario que están dispuestos a buscar una solución «para darle cobertura».

El director general de la estación, Íñigo Laín, señaló que su intención es hacer una «presentación formal» a lo largo de este mes a todos los grupos políticos municipales, sindicatos y entidades vecinales para recabar apoyo para un proyecto que, «en los despachos  -añadió- «se apoya sin que haya diferencias de colores políticos». «Nos han dicho que están a favor, pero no se acaba de hacer realidad», añadió.

El Ayuntamiento ya ha dado un primer paso al dar su visto bueno a la concesión administrativa para la explotación de un lavadero y una gasolinera, incluidos en el proyecto para dar servicios complementarios a los empresarios de transporte. El permiso se limita ahora a un espacio acotado de 300 metros cuadrados a cambio del pago de un canon municipal de 5.000 euros anuales.

En la actualidad, el único parquin de autocares con el que cuenta la capital aragonesa está en la Ciudad del Transporte, por lo que se duplicaría la oferta. En el caso del proyectado en Delicias, se pretende acondicionar los 7.000 metros cuadrados situados bajo el escalextric’ viario frente a la estación, donde ya se habilitó en su día una zona ajardinada y el viario de entrada y salida de los autobuses a la terminal. Dicho terreno es de propiedad municipal, por lo que debería otorgarlo en concesión, como ya ha hecho en parte para habilitar el citado tren de lavado y la gasolinera.

Espacio para autocaravanas

El director general de la estación señaló que habría cabida para un máximo de 70 autocares y se reservaría un espacio para dar cobertura a las autocaravanas. «Funcionaría como un aparcamiento regulado, pero con servicios adicionales. En el caso de las autocaravanas, sus ocupantes no podrían acampar en Delicias, ya que existe un campin en la ciudad habilitado para ello», aclaró. Este complemento está pensando para los que recalen en la ciudad para una visita rápida. De esta forma, contarían con unas instalaciones para aparcar con total seguridad unos vehículos que cuestan «mucho dinero». La capacidad se limitaría a una veintena de estos vehículos.

Íñigo Laín recordó que el objetivo es dar vida a una zona sin uso, abandonada y colindante con el parquin de autobuses que funcionó durante la Expo, que también está «muerto» desde la clausura de la muestra internacional en septiembre de 2008. Ambas ubicaciones serían válidas para el aparcamiento.

Además del vallado integral de los 7.000 metros cuadrados, se acometería la instalación de luminarias, cámaras de videovigilancia y el asfaltado y adecuación de los viales y las plazas de estacionamiento. La seguridad estaría reforzada no solo por el control 24 horas, sino por el hecho de que únicamente se puede acceder ambos emplazamientos desde los viales de la estación de autobuses.

Al finalizar el plazo de concesión de la estación, que expira dentro de 18 años, las instalaciones revertirían al Ayuntamiento con las mejoras que hubiera hecho los empresarios, según argumenta la concesionaria.

Los usuarios de la estación de Delicias también se verían beneficiados, tal y como destacó el director general de la concesionaria: «Tendrían luz natural y vistas al jardín desde las dársenas al retirarse todos los autobuses que ahora aparcan en un vial exterior pegado a la gran cristalera de la terminal».

Íñigo Laín explicó que otras ciudades europeas ya obligan a los autocares a estacionar en emplazamientos regulados para que no lo hagan en cualquier punto de sus cascos urbanos. «En Barcelona funcionan por coronas y, en función de las horas de espera, tienen que dirigirse a un punto u otro. Y en París, las empresas de transporte que pretenden viajar reservan previamente la plaza de aparcamiento», enfatizó.

Proyecto condicionado

La concesionaria plantea que, a cambio de asumir la inversión, se modifique la ordenanza para que los viajes discrecionales de medio y largo recorrido de la ciudad tengan como punto de partida y llegada la estación de Delicias, en la que recalan desde mediados de 2007 los autobuses de las líneas regulares. De esta forma, la concesionaria defiende que tendrían unos ingresos extra y los viajeros de buses discrecionales tendrían los mismos derechos y servicios que el resto. «Supone aplicar las mismas condiciones a todos los operadores», señaló.

Las citadas fuentes municipales manifestaron que este tipo de aspectos son los que se deberán «pulir», ya que el Ayuntamiento no puede otorgar una exclusividad para que una empresa se lucre. «No lo vemos mal, pero hay aristas por pulir», incidieron.

La estación busca con el aparcamiento un complemento económico para cuadrar sus cuentas, ya que en 2013 fue el primer ejercicio en el que dio pérdidas. Durante los primeros cinco años, los empresarios de transporte asumieron el pago de un canon fijo para garantizar la viabilidad económica inicial, pero desde 2013 ya se paga en función del número de viajeros. Y con la crisis se ha acentuado la caída de la demanda y con ello el abono a la concesionaria.

 

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