El pago a Renfe de 3,5 millones para mantener 42 expediciones ha disparado el gasto público.

Estación Central de Autobuses de Zaragoza.

Con 47.719 kilómetros cuadrados de extensión, 619 de 731 municipios con menos de 1.000 habitantes y una de las densidades de población más bajas de España, la dispersión geográfica siempre ha sido un complicado ‘handicap’ para la vertebración de las redes de transporte en Aragón. Una desventaja que la Comunidad cubre subvencionando buena parte del trasporte regional, pero, eso sí, cada vez a un precio más alto. El recorte que el año pasado marcó el Ministerio de Fomento sobre el sistema de trenes regionales y de media distancia ha obligado a la DGA a aumentar en casi un 60% las subvenciones a servicios deficitarios, fin para el que se destinará durante el año 2014 casi 8 millones de euros (7.816.457).

Con este repunte, el gasto público en líneas que generan pérdidas para que estas sigan prestando el servicio copa el 65% de todo el presupuesto destinado por la Dirección General de Transportes de la DGA, que es, precisamente, una de las pocas partidas que ascienden en las cuentas autonómicas de este año.

Como marcan las nuevas circunstancias, las ayudas ferroviarias han sido las que más han aumentado su cuantía, pasando de los apenas 400.000 euros que se venían presupuestando años atrás, a los 3,5 millones destinados este año para pagar a Renfe la primera parte del acuerdo firmado para mantener 42 expediciones regionales que iban a desaparecer en la Comunidad. Un montante que deberá ir ‘in crescendo’ en los próximos años, ya que el Gobierno aragonés firmó con la operadora el pago de un total de 13 millones de euros de aquí a 2015.

Los buses comarcales, con acuerdo hasta 2016

Dentro del mismo escenario, pero con una realidad muy distinta, se encuentran las líneas de buses comarcales. En la actualidad, de las 47 concesiones de rutas que hay en Aragón, 35 son deficitarias, teniendo que ser sufragados parte de sus gastos por las arcas públicas. El sector, que ya tuvo su particular tijeretazo en 2012 cuando las ayudas bajaron un 14%, recibirá este año 1.785.000 euros en ayudas, cantidad prácticamente idéntica a la de 2013. Algo que, no obstante, no acaba de satisfacer a las operadoras, que han constatado en los últimos años graves pérdidas que complican la viabilidad de las rutas.

«Los costes han subido desde 2010 en torno a un 20%», explican desde AETIVA, la Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos en Autobuses de Aragón, quienes además recalcan que las ayudas sobre las líneas deficitarias apenas cubren entre un 30 y un 40% del coste del servicio, lo cual, en recorridos en los que apenas se alcanza el 5% de ocupación, «se convierte en un cóctel explosivo».

Así, en 2013, las líneas que más ayudas recibieron fue la que une Teruel y Zaragoza por Hoz De La Vieja (237.729 euros), la que va de Alcorisa a Escatrón (164.344) o la que une Teruel con Barcelona (101.540).

Además, hay un total de 65 contratos-programa para cubrir necesidades asistenciales en buses que unen poblaciones que dan servicio a un hospital comarcal, como la ruta de Caspe al Hospital de Alcañiz o la de Binéfar al de Barbastro, que entre todas ellas recibirán unas subvenciones de 1.200.000 euros durante este ejercicio.

Con todo, por el sector esperan como se van fraguando las circunstancias de cara a 2016, momento en el que caducan las concesiones y para el que AETIVA está elaborando una serie de informes, al igual que la DGA, para diagnosticar las demandas de movilidad, apartado que tanto usuarios como empresas esperan que se siga manteniendo a salvo de recortes.

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